viernes, 14 de agosto de 2009

Manifiesto entregado a la Asamblea el Jueves 13 de agosto de 2009

Caracas, 13 de agosto de 2009


Ciudadana presidenta de la Asamblea Nacional
Ciudadanas (os) diputadas (os)
Presente.-

Por medio de la presente, las organizaciones de base comunitaria, movimientos sociales y las personas abajo firmantes, haciendo uso del derecho constitucional de petición contemplado en el artículo 51º nos dirigimos a ustedes en la oportunidad de expresarles lo siguiente:

Siendo un grupo de personas con sexualidad y género claros, definidos, con conocimiento de la identidad que poseemos, con tendencias sexuales, intelectuales y sentimentales hacia nuestro mismo género para hacer vida en pareja, creemos que debemos pronunciarnos respecto a la Ley Orgánica para la Igualdad y Equidad de Género que se discute actualmente en la Asamblea Nacional.
No está en discusión que se nos dé un trato preferencial como si de un enfermo terminal se tratase, no es la aprobación de esta ley el deseo póstumo de una minoría ya que ha quedado claro que la comunidad sexo-diversa en Venezuela es numerosa, ello se ha visto reflejado en los movimientos y marchas de los últimos meses y años, cada vez con más adeptos. Tampoco pedimos caridad, pedimos algo más importante, la base para que una educación sexual y de tolerancia se empiece a establecer definitivamente en nuestro país, lo que pedimos son las leyes que al igual que a las personas heterosexuales, aceptadas por la teocracia que nos ha menoscabado, nos protejan y nos brinden los mismos beneficios que deben tener todos los seres humanos. Estamos en un país en el que aborígenes, afrodescendientes, mujeres –por hablar de casos específicos– pelearon y ganaron la igualdad, al menos la igualdad legal, esa en la que siguen en pie de lucha. Ahora llegó el momento de definir la postura de nosotros: un sector que ha querido ser invisibilizado, ignorado y vejado, pero no se puede tapar el sol con un dedo, estamos en las calles, en las universidades, en las vidas de muchas personas y estamos dispuestos a quitar el velo que se nos ha puesto para negar los derechos que como seres humanos, como personas merecemos nos sean establecidos.
No estamos dispuestos a ser aceptados en la medida en que neguemos la naturaleza y la razón que nos integra, no nos interesa estar legitimados a través de posiciones moralistas de un porcentaje conservador, machista y excluyente. En vísperas de alguna decisión de la Asamblea Nacional creemos que nuestros principales enemigos son el silencio, la desinformación y una vez más esa invisibilización que se nos ha impuesto y de la que hemos sido víctimas pasivas. Por ello les recordamos: una Revolución incluyente no puede ser discriminadora de ninguna manera. No podemos permitir que Venezuela continúe siendo uno de los pocos países de América Latina –junto a los de derecha– que no provee de una protección adecuada a las personas con tendencias sexuales distintas a la heterosexual. Apelamos enfáticamente a la coherencia ideológica y a la superación de los prejuicios.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela presupone una sociedad en equidad y un Estado Laico que trabaje por erradicar las asimetrías de riqueza y poder que vulneran y oprimen a los pobres, a las mujeres, a los pueblos indígenas, a los campesinos, a los afrovenezolanos y a todas las personas de diversas orientaciones sexuales.
Por ello es importante recordar que el Estado venezolano pronunció ante las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 2008, junto a otros 66 países, lo siguiente:

3. Reafirmamos el principio de no discriminación, que exige que los derechos humanos se apliquen por igual a todos los seres humanos, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
4. Estamos profundamente preocupados por las violaciones de derechos humanos y libertades fundamentales basadas en la orientación sexual o identidad de género.
5. Estamos, asimismo, alarmados por la violencia, acoso, discriminación, exclusión, estigmatización y prejuicio que se dirigen contra personas de todos los países del mundo por causa de su orientación sexual o identidad de género, y porque estas prácticas socavan la integridad y dignidad de aquellos sometidos a tales abusos.
6. Condenamos las violaciones de derechos humanos basadas en la orientación sexual o la identidad de género dondequiera que tengan lugar, en particular el uso de la pena de muerte sobre esta base, las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, la práctica de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, el arresto o detención arbitrarios y la denegación de derechos económicos, sociales y culturales, incluyendo el derecho a la salud.

Ante tal pronunciamiento exhortamos a trascender la palabra y llegar a las acciones que garanticen plenamente una educación de tolerancia e igualdad.
Es importante ver lo que somos como lo que es: personas normales. Es la actitud que asumimos porque no estamos dispuestos a seguir fortaleciendo la idea errada que se ha mantenido por largos años, al menos en nuestro país, de que las tendencias distintas a las heterosexuales vienen dadas en todos los casos por algún “problema” médico o religioso.

Confiando en que lo expuesto anteriormente ha dejado clara nuestra posición como ciudadanas y ciudadanos, pero principalmente como seres humanos, hacemos hoy ante la Asamblea Nacional las siguientes exigencias:

1.- Que lo antes posible el Estado venezolano garantice y reconozca ampliamente nuestros derechos a la igualdad, equidad y libertad.
2.- Que se diseñe y ejecute junto a las organizaciones GLBTTI, un Plan Nacional de Información y Sensibilización sobre los derechos de la comunidad sexo-diversa y la necesidad de respeto, dirigido a funcionarias (os) públicas (os) y a la sociedad en general.
3.- Investigación y castigo de carácter expedito de los crímenes de odio por orientación sexual e identidad de género y que los mismos sean reconocidos y penalizados explícitamente en el Código Orgánico Procesal Penal.
4.- La reforma de la legislación civil para que las uniones de hecho entre personas del mismo sexo sean garantizadas en sus derechos patrimoniales, sociales, de salud y demás que les otorgue la ley como ocurre con las parejas formadas por hombre y mujer.
5.- La realización de toda reforma educacional, médica, laboral, jurídica y cultural que genere nuevos mecanismos que nos acerquen a la consolidación de las bases legales y sociales que nos protejan y nos brinden la misma calidad de vida en materia legal que al resto de las venezolanas y venezolanos.

Contamos con que esta solicitud, apoyada por el sentimiento común de igualdad e inclusión socialista de gran parte de la población venezolana, sea un llamado a la coherencia política e ideológica.

Sin más, se despiden los abajo firmantes:

A.C. DIVAS DE VENEZUELA, RUMMIE QUINTERO

A.C. TRANSVENUS DE VENEZUELA, ESTRELLA CEREZO

A.C. CONTRANATURA, MARIANELA TOVAR

COLECTIVO DE LESBIANAS “JOSEFA CAMEJO” E “INSURRECTAS Y PUNTO”, DIANA CORDERO

COLECTIVO DE LESBIANAS “LAS DESEANTES”

GRUPO DE TERTULIAS

DANIEL RUIZ HUECK, C.I.: 14.351.467

ANDREA BARANENKO, C.I.: 16.970.626

MARÍA GABRIELA BLANCO, C.I.: 16.903.688

KATHERINE CASTRILLO, C.I.: 16.813.678

OLENO LEÓN, C.I.: 15.153.548

EMMANUEL GONZÁLEZ, C.I.: 17.438.582

ARMANDO RODRÍGUEZ, C.I.: 17.153.026

JOSÉ ZAMBRANO, C.I.: 16.890.930

No hay comentarios:

Publicar un comentario